LA HARINERA
Edificio construido en la primera década del Siglo XX, coincidiendo con la llegada de la luz a Pedro Muñoz, sobre 1909 por el pedroteño Heriberto Fraile.
En esta fábrica se llevaban a cabo todos los procesos del trigo hasta su presentación final en la mesa: limpia, secado, molienda y elaboración del pan y su venta. Siendo exportadora de harinas a nivel nacional, situó a Pedro Muñoz como uno de los principales lugares de molienda de la Meseta Sur hasta el año 1984, que cerró sus puertas.
Se trata de una fábrica llamada en altura, tipología industria tipo de fábrica de harinas austro-húngaro, donde el proceso de molienda se repartía por plantas, relacionadas todas ellas entre sí. El edificio tiene una planta rectangular de aproximadamente 300 m2, dividido en tres partes, con un siloalmacén, fábrica y nave de pesaje. Las diferentes plantas se encontraban (y aún se encuentran) comunicadas por un sistema de conductos y elevadores de madera de una gran complejidad técnica, permitiendo así que el producto no se tocara desde que se introducía por la tolva de entrada hasta su transformación en harinas y despojos, siendo esto de una gran relevancia para la higiene y calidad de las harinas. El edificio donde se encuentra la maquinaria al igual que los silos son de principios del s. XIX, destacando la maquinaria que es más antigua, siendo de segunda mano, con una cronología de la segunda mitad del s. XIX. Puede que nos encontremos ante una de las mejores fábricas de harinas conservadas de Castilla la Mancha.
En esta fábrica se llevaban a cabo todos los procesos del trigo hasta su presentación final en la mesa: limpia, secado, molienda y elaboración del pan y su venta. Siendo exportadora de harinas a nivel nacional, situó a Pedro Muñoz como uno de los principales lugares de molienda de la Meseta Sur hasta el año 1984, que cerró sus puertas.
Se trata de una fábrica llamada en altura, tipología industria tipo de fábrica de harinas austro-húngaro, donde el proceso de molienda se repartía por plantas, relacionadas todas ellas entre sí. El edificio tiene una planta rectangular de aproximadamente 300 m2, dividido en tres partes, con un siloalmacén, fábrica y nave de pesaje. Las diferentes plantas se encontraban (y aún se encuentran) comunicadas por un sistema de conductos y elevadores de madera de una gran complejidad técnica, permitiendo así que el producto no se tocara desde que se introducía por la tolva de entrada hasta su transformación en harinas y despojos, siendo esto de una gran relevancia para la higiene y calidad de las harinas. El edificio donde se encuentra la maquinaria al igual que los silos son de principios del s. XIX, destacando la maquinaria que es más antigua, siendo de segunda mano, con una cronología de la segunda mitad del s. XIX. Puede que nos encontremos ante una de las mejores fábricas de harinas conservadas de Castilla la Mancha.